Esta nueva propuesta marcará una gran diferencia en comparación a las últimas décadas, cuando añadir bajos niveles de antibióticos a las dietas de animales de producción era considerado normal para prevenir y tratar enfermedades; y mejorar la salud digestiva.
Independientemente de qué tan prósperos son los mercados agrícolas, las micotoxinas todavía tienen la capacidad de afectar el desempeño animal e impactar negativamente los ingresos de los productores.
El organismo del ave presenta un sistema inmunológico capaz de reconocer y distinguir lo que es propio y lo que no lo es. En dicho proceso, es capaz de destruir o neutralizar materiales extraños, vivos o muertos.